miércoles, 18 de febrero de 2009

Operación de cataratas en el perro

Muchas veces, con la esperanza de encontrar una respuesta alentadora, los dueños de un perro nos preguntan a los oftalmólogos veterinarios qué probabilidades de éxito tiene la operación de cataratas en su mascota.

En ese momento nuestra charla se enlentece, se hace solemne. Porque tratamos de percibir cuán importante es para ese propietario la recuperación de la plena visión de su mascota, cuál es su necesidad de actuar frente a la de ser conservador.
Cuánto va a soportar todo lo que va a tener que hacer él y su perro. Porque es el perro el que más va a afrontar.


Yo me animaría a decir que dependiendo de las características y la historia del propietario debemos responder a esa pregunta.



La realidad es que en primer lugar hay que evaluar al paciente, su ojo, su carácter, el entorno en que se desenvuelve, cuánto lo afecta la catarata, etc, etc.

La gente cree que esta operación es equiparable a la hecha en humanos, donde se obtiene, - con algunas excepciones, - una mejoría en la visión sin casi complicaciones.
La verdad es que no he podido comprobarlo. A mi humilde entender supongamos que me tocó ver todos los casos complicados.

En el perro, la cirugía de cataratas se realiza con la misma técnica que en humanos. Se habla del láser pero no es así ni aun en la técnica que se usa en humanos. En realidad se usa un aparato llamado facoemulsificador que rompe el cristalino mientras lo absorbe.

La anatomía del cristalino, - lo que se opacifica y llamamos catarata, - es diferente en el perro.
La cápsula posterior del cristalino está fuertemente adherida al mismo, lo que dificulta su separación. Por lo tanto la cirugía de cataratas en el perro es más prolongada que en los humanos y al durar más tiempo puede presentar más complicaciones.

La cirugía debe realizarse con anestesia general ya que no hay colaboración del paciente.

En el postoperatorio es importante que el dueño controle de cerca al perro para que no efectúe esos movimientos que se recomienda a los humanos no realizar.
Por todo esto el paciente, el dueño y el ambiente tienen que tener determinadas condiciones favorables.
No debe haber inflamación previa en el ojo. Si la hay, hay que bajarla. En general se acepta que la catarata inflama desde un primer momento. No debe haber presión alta ni muy baja, esta última indica inflamación.
Debe evaluarse si hay defectos congénitos en los compartimentos posteriores del ojo que puedan entorpecer el resultado. También si la retina va a estar bien luego de la operación, porque en ese caso no es aconsejable operar. Esto se realiza con ecografía y electroretinografía.

El éxito depende de todos estos factores más la salud general del paciente y el tiempo que esa catarata ha estado presente.

Si me preguntan por las complicaciones postoperatorias contesto: inflamación siempre la hay pero se puede controlar; glaucoma; desprendimiento de retina y perdida total de la visión; en muchos casos opacificación de la cápsula posterior que impide relativamente la visión.

Por eso cuando me preguntan acerca del éxito de la cirugía de cataratas soy... CAUTELOSA
Lo que seguramente hay que hacer, si no se opera es tratar la inflamación que ese cristalino enfermo produce y así evitar el círculo vicioso -catarata-inflamacion-mas catarata-
Hay medicamentos especialmente diseñados para esto. Los usan los oftalmólogos clínicos.